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Los nitratos, o iones NO3- se encuentran en la naturaleza disueltos en agua, tanto en aguas superficiales como subterráneas. Su presencia en este tipo de aguas se debe a un ciclo natural del nitrógeno, aunque en la actualidad, el aumento de su concentración se debe a una alteración de este ciclo utilizando de forma excesiva abonos nitrogenados que luego son arrastrados por el agua de lluvia o riegos.
Los nitratos pueden producirse o bien de forma natural o bien por alteraciones creadas de forma externa por intervención humana.
Debido a la acción humana, los residuos industriales constituyen en la actualidad una fuente importante del parámetro en las aguas. Algunas de las industrias más contaminantes serían: mataderos, industrias fertilizantes, destilerías…
Aunque la fuente de contaminación más importante y preocupante es la proveniente de la agricultura y ganadería extensiva, ya que se utilizan cantidades enormes de abonos químicos a los que hay que sumar los abonos provenientes de los excrementos de los animales. Estos abonos en cantidades adecuadas, mejoran el crecimiento de plantas, aumentando su rendimiento, pero en grandes cantidades, proporcionan grandes concentraciones de compuestos nitrogenados, entre ellos, los nitratos. En este caso, al ser cantidades tan grandes, no pueden ser absorbidas totalmente por las plantas, infiltrándose por el suelo, alcanzando las aguas subterráneas.
Según normativa europea el nivel máximo de nitratos permitido en aguas potables es de 50 mg/L.
