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El fósforo está muy presente de forma habitual en aguas naturales y tanto en este tipo de aguas como en aguas residuales, la forma más habitual de encontrarlo es en forma de fosfatos.
También podemos encontrarlos directamente en la naturaleza en gran cantidad de rocas comunes, como por ejemplo el Apatito o pueden provenir de fuentes externas tales como:
- Industria, Agricultura: Síntesis de fertilizantes, en la fabricación de productos de limpieza como pueden ser detergentes o ablandadores de agua.
- Alimentación: Como anticoagulante alimenticio. Muy habitual en quesos, jamón, salsas...
Es esencial para el cuerpo humano porque son parte del material de ADN y forman parte en la distribución de la energía. Sin embargo, demasiada concentración puede llegar a causar problemas en el organismo, tales como afecciones en los riñones u osteoporosis.
Asimismo, cantidades excesivas del elemento en aguas naturales pueden llevar a desequilibrios ecológicos, descendiendo de manera significativa los niveles de oxígeno.
En el agua, salvo en casos de contaminación por fertilizantes, la concentración de fosfatos no suele superar 1ppm (mg/L).
En el caso de las plantas, éstas obtienen los fosfatos del suelo. Pero en muchos casos debido a las deficiencias del propio suelo o por cultivos intensivos, el equilibrio entre el consumo y la reposición natural suele romperse.
Su falta en el suelo produce un empobrecimiento del mismo y consecuentemente el rendimiento de la cosecha disminuye pudiendo llegar a quedar inutilizado.
Para evitar estas situaciones, es por lo que se añaden externamente de forma habitual los nutrientes necesarios para conseguir un suelo equilibrado (mediante fertilizantes, por ejemplo).
A día de hoy son esenciales para asegurar el crecimiento vegetal y se suelen usar tanto en agricultura orgánica (mediante fosfato en crudo) como en agricultura convencional (mediante fosfatos tratados químicamente).
En el caso, por ejemplo de las algas en aguas, la concentración de fosfatos no debería exceder de 0,2ppm (mg/L), ya que cantidades mayores producirían un crecimiento desmesurado de la colonia de algas.
Esto sería igualmente aplicable en acuarofilia, donde también su exceso podría inhibir de forma directa la calcificación de corales o algas coralinas. Por lo tanto, sería recomendable, mantener en niveles muy bajos, entorno a 0,05ppm.
Las fuentes de fosfatos en un acuario puede provenir de: el agua de reposición, alimento de los peces e incluso de los propio cuerpos de los organismos vivos (algas, peces, corales, bacterias,…) y los desechos biológicos.
Para su medición directa y en diferentes rangos, disponemos de los Checker HI717 (Método Azul Heteropoli-Molibdeno) y Checker HI713 (Método Ácido Ascórbico). En ambos casos la reacción entre el fosfato y el reactivo origina un tinte azul en la muestra, que es medido por el equipo, dándonos de forma directa y digital el valor de concentración como mg/L de fosfato."
